Unin Hidalgo, Oaxaca. Las ausencias y las
distancias no existen en la celebracin del Martes Santos en la
comunidad binniz-zapoteca de Unin Hidalgo, Oaxaca, un municipio en
el que, al igual que Juchitn, conviven con sus muertos en el panten
municipal en esta poca de Nabana Semana Santa-.
El Martes Santos es una tradicin que resiste, reconoce Teresa,
quien acudi como desde hace 20 aos a la sepultura de su mam Cecilia
para dejarle flores y convivir con ella durante el da y la
noche.
La entrada del panten municipal se convierte en un jardn de
innumerable variedad de flores, desde las tradicionales como el
coroz, guie chachi, la albahaca, tulipanes, flor de china, y tambin
las rosas, lilis y gladiolas, sin olvidar las velas y el incienso
de copal.
En una sepultura elaborada con lminas de cartn, Mara Ordaz
coloca flores de coroza para su hermano Juan Ordaz, conocido como
Juan Nata.
Juan Nata era muxe y cocinero tradicional de esta comunidad y
con su muerte se fue un legado importante de la gastronoma
zapoteca.
Venimos a acompaar a mi hermano, muri hace pocos meses y lo
extraamos mucho, sobre todo su sazn, l nos consenta con sus
sabores, pero tambin de su amor, dice Mara.
La familia de Juan Nata lo acompaa y estar con l es una forma de
remembrar su cario y su amor. Venimos a dejarle a mi to un poco del
cario que nos tuvo, hoy lo acompaaremos, comeremos y beberemos con
l, mi to era alegre y siempre nos quiso mucho, dijeron sus
sobrinas.
Convivir en Martes Santos es una tradicin nica, que por aos ha
resistido para que se siga conservando el culto a los muertos.
Resistimos porque estamos vivos, seala la familia Lpez, quienes
por segundo ao visitan la sepultura de su padre y abuelo, quienes
fallecieron por Covid-19 en diciembre del 2020.
Los visitantes llegan de todos lados a visitar a sus difuntos,
adems de que se vuelve una fiesta y degustan antojitos
tradicionales como los tamales de iguana, garnachas, tlayudas y
dulces tpicos.
De acuerdo a los textos de Fray Francisco de Burgoa, cronista
dominico del Siglo XVII, los indgenas zapotecas celebran la Semana
Santa a la par del ao nuevo solar porque sucedan en el mismo
periodo, segn el calendario antiguo. De acuerdo a este esquema, el
ao nuevo comenzaba el 12 de marzo y terminaba el 7 de marzo del
siguiente, y a partir de esta fecha haba un periodo de cinco das
que eran considerados aciagos y funestos.
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