En el noroeste cordobs, tierra azotada por incendios,
falta de agua y avance inmobiliario, existen abundantes formas de
vida tejidas con la fuerza y el espritu de los pueblos indgenas. La
comunidad hn La Unin comparte su cosmovivencia en la sierra de
Pocho, hogar de tejenderos, curanderos y comuneras.
Cruzamos Cura Brochero con direccin al norte. Sobre la ruta 15,
un cartel apunta al poniente indicando Villa de Pocho, sus volcanes
y el cordn montaoso del oeste provincial. Andando algunos kilmetros
por camino de tierra, despus de una curva y cerca de la escuela,
entramos a la casa de Erick. Un poco ms all, se ven algunas de las
viviendas de las 50 familias de la comunidad, formada por tres
grandes linajes: los Rojas, los Oviedo y los Gauna, y otros seis
apellidos de familias indgenas que llegaron de distintos lados.
Erick nos recibe y nos invita a pasar. El mate est preparado
sobre la mesa. Mi nombre es muy largo, Erick Rojas noms digamos y,
ac, se llama Pachango, tambin se le dice Santa
Teresita. Yo soy el nawan de la comunidad y para
afuera ocupo dos roles, porque soy tejedor e hilandero, y tambin
soy curandero. Vengo de los chelcos y de los
sapos.
El nawan representa a la comunidad, su
pensamiento, su hacer y su consenso, y a las personas ms pequeas
les ensea las costumbres y las creencias de su pueblo. Es de mucha
responsabilidad, porque, para adentro, hay ciertas cosas que estn
bien y, para afuera, no, o al revs -reflexiona-. Cuando empez a
llegar mucha gente ac, al valle, nosotros entramos en conflicto en
nuestra cabeza sobre si nuestra tradicin est bien o no, por lo que
nos dicen los de afuera.
Ser nawan, nos explica, es como nacer con un don, los dems te
van viendo; si uno tiene ese don, llega ah, si no, no. Tambin es
muy probable que uno sea si viene de una familia en donde ha habido
un nawan y si la gente te eligi. A m me eligieron, si hubiera sido
por m, yo no hubiera sido nawan, yo hubiera preferido que sea
otro.
En su rol, Erick es responsable del contacto con el afuera, de
gestionar lo que se necesita en el territorio, de hacer proyectos
para fortalecer la comunidad, de visitar a los comuneros y
comuneras para saber cmo estn, de soportar aprietes de polticos que
entienden el peso de su palabra en su pueblo. El problema es que yo
tambin tengo animales y tengo que cuidarlos, pero as es mi vida,
dice sin quejarse.
La relacin con el Estado es tensa. Adems de cercar su territorio
y controlar el uso del agua, afectando la cra de animales y sus
cultivos, intervienen fuertemente en la salud, en la educacin y en
las costumbres de la comunidad. El avance sobre su
pueblo se profundiza cada vez ms y, para defenderlo, impulsan
proyectos que reconecten, una y otra vez, a las personas con la
tierra, porque si nosotros no fortalecemos esa conexin con la
tierr...